Anexa al alojamiento principal, la bodega era tradicionalmente el lugar donde, gracias a su constante temperatura, se conservaban los llamados avíos de la casa. Bajo sus hermosos arcos de ladrillo autóctono, tinajas para guardar el vino o el aceite, arcones donde reposaban las legumbres, saladeros para el tocino y las chacinas y banastas de frutas y hortalizas del tiempo, venían a conferir a estas dependencias un sabor y una atmósfera inconfundible. Gracias a una restauración tan sensible como eficaz, nada te costará encontrar algunos de estos elementos, datados en el siglo XVIII, que sin duda confieren a la casa un carácter propio e inolvidable.
Dormitorios: 1
Camas:, 1 matrimonio, cuna opcional.
m2: 110 aprox.
Con: Salón-cocina. Calefacción eléctrica en todas las habitaciones. Baño completo. Patio interior.
Nº de registro: AR/HU00092